La contingencia derivada del COVID-19 ha tenido dos efectos diferenciados en la actividad criminal en México. Mientras los delitos convencionales como el robo han disminuido sustancialmente debido a las medidas de distanciamiento social, la violencia relacionada al crimen organizado se ha mantenido en niveles récord.
El tercer trimestre de 2020 no fue la excepción. Delitos como los robos disminuyeron un 22% respecto al mismo periodo de 2019.
Septiembre fue el mes menos violento del año y de la administración del presidente Andrés López Obrador con menos de 94 asesinatos en promedio por día.