Este 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, su lucha por la igualdad, la participación y el empoderamiento en los distintos ámbitos de la sociedad.
Por desgracia, esta larga lucha continúa. En nuestro país, las mujeres se sienten inseguras en cajeros automáticos ubicados en la vía pública (87.4%), en el transporte público (74.2%), en la calle (72.9%), en la carretera (69.5%), en el mercado (65.5%), en los parques (62%), en el automóvil (48.9%), en la escuela (39.2%), en el trabajo (36.2%) y en el hogar (26.7%); mejor dicho, en cualquier espacio donde ellas se desenvuelven.
A veces olvidamos que las cifras no son solo cifras, representan mujeres, menores y mayores de edad, de distintas clases sociales, con distintos niveles de educación, con diferentes creencias y formas de pensar, y un sinfín de particularidades que les caracterizan, pero nada de esto las hace libres de violencia por el hecho de ser mujeres. Y, todos somos responsables de atender el problema.
Reconocemos acciones como la del Congreso del Estado al aprobar por unanimidad el aumentar las penas a quien cometa el delito de feminicidio, desde 45 a 65 años de cárcel y multa de mil a mil quinientas Unidades de Medida y Actualización en el Estado de Sonora.
De igual forma, reconocemos a la Fiscalía General de Justicia del Estado cuyo personal ha logrado sentencias históricas mediante el trabajo de investigación realizado, como lo fue en un caso de violación agravada y abusos deshonestos en contra de una menor, donde el Juez Penal impuso una sentencia de 203 años de prisión.
Y más importante aún, a los grupos de mujeres y organizaciones que, constantemente, salen a las calles para demandar soluciones, entre cantos y gritos, ellas nos dicen:
Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente.
Ni una más, ni una más, ni una asesinada más.
Van a volver, van a volver, las balas que disparaste van a volver, la sangre que derramaste la pagarás, las mujeres que asesinaste no morirán, no morirán.
Sonora está cambiando, esta lucha se ganará y nos beneficiará como sociedad. Nos corresponde a cada uno de nosotros analizar nuestras prácticas y formas de pensar al respecto.